Acompañamos a Environmental Defense Fund a la presentación de MethaneSAT, tecnología satelital como la oportunidad para detectar el metano a fin de transformar una problemática invisible en visible.
Nuestra es preservar los sistemas naturales de los que depende la vida. Se trata de estabilizar el clima ralentizando el calentamiento a través de la reducción de contaminación por metano, así como el CO2 de la atmósfera, con la garantía de que el uso del hidrógeno ha probado ser un combustible seguro. Conocer las emisiones de metano de las industrias de petróleo y gas constituye una oportunidad y un reto global que el EDF está asumiendo en todo el mundo para entender el problema y encontrar soluciones”. Shareen Yawanarajah, directora global de Transición Energética del EDF
La doctora Yawanarajah indicó que la labor del EDF en México se remonta a 2016, con la misión básica de transferir tecnología y conocimiento. Es ahora que –con el objetivo claro de acatar una normativa sobre metano y lograr mediciones del mismo a fin de, en relación con la industria, tener más información–, se ha decidido aprovechar las experiencias pasadas y las mejores prácticas de México, Estados Unidos y Canadá para acelerar la curva de aprendizaje y agilizar un proceso de replicación para alcanzar el éxito más rápida y eficazmente.
“MethaneSAT es el satélite que medirá las emisiones de metano y las rastreará con la precisión suficiente para no solamente medir sino para proveer información para la toma de decisiones. Esta visibilización cerrará la brecha de transparencia climática y ayudará a los tomadores de decisión a aumentar la eficiencia de la industria de hidrocarburos y a cumplir con sus compromisos internacionales para reducir emisiones de GEI”, abundó la especialista del EDF. “A través de la ciencia impulsamos las soluciones para proteger a las generaciones del futuro”.
La organización dio a conocer que se estima que las emisiones de metano en México son casi del doble a las que se reportan en el Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero y es por ello que es urgente y vital hacer visibles estas emisiones.
“Nuestras acciones determinan nuestro futuro”, explicó el doctor Daniel Zavala Araiza, científico senior del EDF. “Hay 2 crisis climáticas, la que habla del 2100 y qué tanto va a calentarse el planeta, y la que habla de la velocidad a la que se está calentando: La tasa de calentamiento, la velocidad en cambios de patrones del clima”.
Esta última tasa, que es controlada por el metano y otros contaminantes climáticos de vida corta, puede convertirse en una curva cada vez más plana que nos permita el tiempo para tener capacidad de respuesta a los fenómenos que este calentamiento conlleva. El metano es responsable de cerca de 30% del calentamiento que experimentamos hoy en día y las tecnologías actuales pueden reducir 7% de las emisiones actuales, si sabemos dónde se están generando.
El problema es cómo medir de manera fina las emisiones de metano, dado que lugares que aparentemente cuentan con más emisiones, no las tiene y para lograr una mitigación de las mismas (lo que significa la seguridad energética), hace falta visibilizarlas. Con MethaneSat hablamos del nacimiento de un ecosistema de satélites capaces de detectar emisiones de metano, dándole la oportunidad a compañías, reguladores, inversionistas y sociedad de actuar”. Daniel Zavala Araiza, científico senior del EDF
«En cada lugar donde medimos de manera directa las emisiones de metano, encontramos que las dimensiones son mucho más altas de lo que aparecen reportes oficiales. Y no es que el inventario mexicano tenga problemas, es más bien que una dificultad relacionada con dónde aparecen las emisiones de metano, que muchas veces es impredecible y aleatoria”, señaló Zavala.
La crisis climática es un problema presente que ya se observa en los incrementos de las olas de calor o en la frecuencia y fuerza de ciertos fenómenos naturales.
Por ello, la organización pondrá en órbita este satélite que se enfocará específicamente en medir las emisiones de metano a nivel mundial, con la finalidad de poder desarrollar acciones específicas para su mitigación. El enfoque –que cubrirá 80% de la producción mundial de petróleo y gas con 150 regiones (200 x 200 km)– es conseguir datos que vayan ligados directamente a la toma de decisiones para la reducción de emisiones: Ante la transparencia de los datos recabados es posible actuar.