Editorial Fass, S.C. septiembre, 2018

Es innegable que las Pequeñas y Medianas Empresas (PyME) juegan un papel muy importante en la economía nacional; algunos expertos financieros las consideran pieza angular en la producción y riqueza de un país. No obstante, la paradoja es que aún con tal relevancia en la esfera económica, el principal reto de estos comercios es la supervivencia.

En un estudio realizado por la Confederación Colombiana de Cámaras de Comercio, se reveló que, en los países de la OCDE y América Latina, más de la mitad de las empresas nuevas fracasan en los primeros cinco años de vida, y durante el primer año desaparecen en promedio entre el 20 y 30%. En el caso de México, sólo 3 de cada 10 PyME siguen activas después de cinco años de operación.

Esta es una cifra preocupante, pues en el país las PyME contribuyen a 52% del Producto Interno Bruto (PIB) y además generan 70% del empleo total.  Hoy día, hay 4.2 millones de unidades económicas en México, de las cuales, según el Inegi, 99.8% son consideradas como pequeñas y medianas empresas.

Entonces, ¿por qué la mayoría de estos emprendimientos no tiene un futuro prometedor? La Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas, que realiza el Inegi, arrojó que uno de los factores es la falta de capital. Sin embargo, 66.8% dijo que no aceptaría un crédito bancario, y entre las principales razones destaca la falta de confianza en los bancos, y la idea de que un crédito es caro.

Al respecto, Luis Felipe Treviño, presidente de Beamonte México Holdings y de la AEM Boston, una organización sin fines de lucro que apoya a los empresarios mexicanos, explicó que, a diferencia de los créditos bancarios, la inyección oportuna de capital mediante un aliado comercial permite la reestructuración de una compañía para que ésta obtenga mayores utilidades, y sin endeudamiento.

Treviño asegura que las pequeñas y medianas empresas con problemas financieros pueden crecer a más de mil millones de pesos, siempre que éstas sean activos estratégicos y tengan una venta anual menor a 10 millones de pesos. 

De hecho, a sabiendas que las PyME son fundamentales para fortalecer la productividad y generar un crecimiento económico en el país, Beamonte Investments puso los ojos en León, Guanajuato e invertirá 400 millones de pesos en Axman Holdings, una compañía enfocada en inversiones manufactureras, que buscará asociarse con Pequeñas y Medianas Empresas leonesas que estén insertas en servicios industriales, comercialización de calzado y automotriz.

“En León hay dos fenómenos. El primero es que existe una tasa de desempleo del 3.7 por ciento, es decir, cerca de 25 mil personas en busca de un trabajo. El segundo es que el lugar es conocido por la producción de calzado y piel, y la actividad económica también toca directamente con la industria de la construcción, textil, automotriz, productos metálicos, maquinaria, etc. Por eso vimos un área de oportunidad al apoyar a PyMESque lo necesiten y con ello, también generar más empleos en la demarcación”, expresó Luis Felipe Treviño, quien también es presidente del Consejo de Administración de Axman Holdings.

De este modo, las PyME que estén buscando a un aliado que inyecte capital y funja como catalizador en su crecimiento y consolidación en el mercado pueden recurrir a esta alternativa. Los inyectores de capital no prestan dinero ni cobran intereses, son socios comerciales que toman cierta injerencia en la administración de la compañía, con el fin de mejorar procesos y maximizar las utilidades de la PyME, asegurando su permanencia en el mercado.

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