En la actualidad, generar ahorros energéticos es fundamental para cualquier industria. Tal y como lo consiguió laUniversidad de California en Davis, que funciona como una ‘mini ciudad’ en su interior con sus propios servicios para proveer alrededor de 1,200 edificios, al implementar PI System de OSIsoft y lograr un ahorro de 500 mil dólares en gasto energético en los primeros tres años.
La implementación de PI System, software que convierte la gran cantidad de flujo de data en información de valor, fue utilizada para almacenar datos sobre los medidores de energía en toda la universidad y generar eficiencia eléctrica en la planta central. Esta información ayudó a encontrar fugas energéticas de las que anteriormente no tenían visibilidad, así como procesos en los que el uso de electricidad y gas podrían reducirse notablemente.
UC Davis gastaba alrededor de 25 millones de dólares anuales en energía. Además del ahorro de 500 mil dólares de ahorro en los primeros tres años, UC Davis tiene un estimado de 3.5 millones hacia los próximos 5 años.
El ejemplo de esta universidad es muy representativo en el marco del Día Mundial del Ahorro de Energía, que se conmemora el 21 de octubre, es importante mencionar que de acuerdo con la International Energy Agency (IEA), la demanda energética mundial se incrementará más de 25% para el año 2040, pero ese incremento será dos veces mayor si no se implementan mejoras continuas en eficiencia energética, como lo hizo la institución antes mencionada.
Existen diversas formas de generar eficiencia energética que van más allá de las fuentes tradicionales como el petróleo y los combustibles fósiles. En pleno 2020, es común que en la industria se utilicen fuentes como la eólica, solar, hidráulica o hidroeléctrica, entre otras.
A esas fuentes de energía ‘limpias’, se suma la tecnología. La inteligencia operativa, mediante el uso de herramientas tecnológicas como el análisis de datos, ayuda a las empresas a mapear en tiempo real, de forma transparente y precisa, aquellos procesos en los que existen errores y fallas que de manera manual no se podrían detectar. Parte de los beneficios del data intelligence consiste en generar ahorros y desde luego hacer más eficiente el consumo de energía para las industrias.
Esos ahorros se generan, por ejemplo, al detectar fugas energéticas o procesos en los que se invierte demasiado en cuanto a electricidad, agua y/o gas, y en donde este consumo podría reducirse sin que la producción se vea impactada. El monitoreo de manera remota de las instalaciones e inclusive el control del piso de producción, ayudan a las empresas a volverse más ecológicas reduciendo las emisiones de carbono generadas y ayudándoles a apegarse a las regulaciones ambientales establecidas por país.
Ante ello, existe mucho por hacer. La propia IEA indica que los consumidores industriales contribuirán, hacia 2030, al aumento de 45% en el uso de Gas Natural y prevé una tendencia ascendente en las emisiones de CO2 relacionadas con energía hacia 2040.
Es por eso que las empresas deben hacer uso de la tecnología para generar ahorros energéticos y reducciones de emisiones de carbono. La recolección, captura y análisis de datos, ayuda a las compañías a tener una mayor visibilidad de sus procesos y a conocer en qué etapas se está generando un consumo energético excesivo e innecesario, o saber qué procedimientos se pueden modificar para conseguir un ahorro relevante.
Reducir el consumo energético y generar eficiencia en ese aspecto es crucial. Un informe del World Economic Forum (WEF), que cita a la Organización Mundial de la Salud, señala que la reducción de emisiones de carbono puede salvar alrededor de 1 millón de vidas por año, además de que mitigaría impactos económicos y sanitarios, así como el incremento en las mareas de los océanos, sequías y olas de calor.