Contribuir al cuidado del medioambiente, implica una serie de acciones que van desde la individualidad hasta lo colectivo, donde no sólo los seres humanos han puesto principal atención en su contribución, sino que el sector empresarial se ha convertido en un factor decisivo para disminuir la huella de carbono generada en el planeta.
Sin embargo, a nivel mundial no existía un parámetro empresarial que pudiera medir con certeza cuales son los alcances de las aportaciones al medio ambiente que cada organización realiza, por ello, Barco ha desarrollado una herramienta objetiva que califica sus productos de acuerdo con todos los aspectos de su rendimiento de diseño ecológico, llamado ecoscoring de Barco.
Esta herramienta ha sido validada bajo el marco definido en la norma ISO 14021 y la metodología completa fue validada por los expertos de la multinacional Ernst & Young (EY). Su uso ha permitido que la atención se centre en cuatro principales dominios que tienen mayor impacto en la huella ambiental del producto: energía, materiales, embalaje y logística, y ciclo de vida.
¿Qué beneficios representa al sector salud el ecoscoring de Barco?
En entrevista con Jan Daem, Oficial de Cumplimiento Ambiental y Stijn Vancoillie, Gerente de I + D para Sistemas de Monitores de Grado Médico en Barco, se dio a conocer los beneficios que existen en los cuatro aspectos dentro del ecoscoring, que dan respuesta a esta necesidad, pues es un mercado que se mueve de manera lenta, por lo cual los productos se caracterizan por tener una larga vida de utilidad.
Energía: Esta herramienta permite aumentar la eficiencia transformando la energía eléctrica para la función prevista del producto; incluyendo modo de espera, modo normal, modo apagado. En tecnologías de salud, este recurso les permite a los especialistas tener una confiabilidad de uso ya sea para lectura de diagnósticos o para garantizar la operatividad en espacios de alta concentración como lo son las salas de quirófano.
Materiales: Otro de los aspectos clave se refiere a la reducción en el uso de sustancias (potencialmente) peligrosas que están restringidas actualmente o en el futuro. Es decir, mejorar el uso de materiales que sean más amigables con el medio ambiente en términos de producción o abastecimiento. Este es un punto que no sólo beneficia a la reducción de materiales nocivos para el planeta, sino a eliminar la exposición humana a sustancias peligrosas.
Embalaje y logística: Un aspecto como el uso de materiales reciclados, brindan la posibilidad de optimizar el diseño del empaque para reducir la cantidad de material utilizado y el espacio logístico; a su vez mejorar el potencial de uso y reciclaje posterior del material de embalaje.
Ciclo de vida: Como se mencionó anteriormente, las tecnologías de salud tienen un ciclo de vida longevo, por lo cual mejorar la eficiencia del material desde su estructura, evita que el producto se deseche de manera temprana y reduce su impacto al final de la vida útil; con lo cual se permite reducir la cantidad de materiales no reciclables.
Al respecto, Jan Daem comenta, “estos pilares son parte de muchos marcos de sustentabilidad, por lo que no pretendemos ser únicos allí. Pero prestamos mucha atención a cómo los interpretamos, guiados por la legislación futura, las solicitudes de los clientes y la competencia. Queremos dejar en claro que cumplimos con ciertos puntos de referencia. Eso es importante porque aspectos como el embalaje, la subsanabilidad y el final de la vida útil también afectan al cliente”.
Actualmente la gama de productos de Barco para el sector salud, que cumplen con ecoscoring, pueden ser identificados con la etiqueta Barco Eco Product, siendo el Coronis Fusion de 4MP y 6MP, así como Nexxis Live, pioneros en obtener la etiqueta ecológica “A”, para garantizar su modularidad, la capacidad de actualización, conectividad, reutilización y el correcto reciclaje.